El Progreso


Para sentirse en casa

El Progreso. Sábado 16 de mayo sábado 26 de septiembre de 2020

 

DESDE HACE APENAS un mes, Lugo cuenta con un nuevo establecimiento rural, A Palleira de Lola, en Conturiz, a apenas cinco minutos en coche del centro de la ciudad. Como se puede deducir, una antigua palleira fue el germen de este proyecto, que fructificó de la colaboración entre el arquitecto Agustín Pérez y la propietaria del inmueble, Dolores Carreira. La vieja edificación se divide ahora en tres apartamentos turísticos cuyo tamaño oscila entre los 50 y los 70 metros cuadrados. Son viviendas de concepto abierto, acogedoras, confortables y, sobre todo, muy familiares. 

 

Paredes y vigas recuperadas.

El encanto de la palleira se preservó al mantener los elementos estructurales: tanto las vigas y la techumbre de madera como la piedra de sus muros, que los artesanos de la firma begontina Lito Canteiro dejaron a la vista en la mayor parte de los interiores, con algunas concesiones al pladur de última generación en zonas como los baños o la cocina, para garantizar una máxima higiene.

La cocina, instalada por Arias Nadela, es el auténtico corazón de la casa. Tanto es así que Dolores Carreira escogió la que más le gustaba y solo después se decidió la distribución en función de ella. Ahora, al franquear la puerta de entrada, lo primero que se ve es la cocina-salón, que le aporta a la vivienda el espíritu hogareño que se buscaba.

El altillo también otorga carácter y mucho encanto. Todo se estudió para que esta zona —cuyos metros han sido suficientes para dar cabida a una cama doble y a un estar informal— pudiese disfrutar de cierta independencia, pero sin aislarla. Contribuyen a ello la barandilla abierta, los focos de luz indirecta capaces de sumarse a la iluminación general o de delimitar un rincón diferenciado y las lamas anchas de madera de castaño del suelo, la misma madera noble de las antiguas vigas.   

Un todo armónico

El dormitorio principal es muy sencillo, ya que aquí también se siguió la premisa de escoger muebles —todos son de Kibuc— que no distraigan la atención de la visión de conjunto. Por este mismo motivo se colocó en el cuarto una puerta más grande de lo habitual (1,10 metros), para que este espacio esté más integrado en la zona de día.

Techos de madera

Ni siquiera en el baño se renunció a mantener la madera en los techos, logrando un atractivo contraste con el aspecto limpio y funcional de este. Como tributo al entorno rural en el que se ubica la casa, se forró una de las paredes con azulejos de motivos vegetales


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